Tal vez nos pudo mas las ganas de salir a navegar que el sentido común.
Pues el viento, en ocasiones racheado, llegaba a tumbar el barco hasta tal punto que entraba agua por la regala. Pero ninguno se echo atras. Al cabo de un par de horas navegando y ver a los preciosos laseres en plena acción, con sus vuelcos y todo. Decidimos volver a puerto, pues el hambre llamaba y abordo, las condiciones no permitian preparar el "hamaiketako".
En fin, un buen día y una buena compañia.

Más fotos en la galería fotográfica del Zorion.
Texto y fotos: Ander Xabi